sábado, 16 de mayo de 2009

la verdad de los diseñadores...


Cuando empecé a estudiar diseño de interiores, un profesor me dijo,lo más triste de nuestra profesión, es que cuanto mejor hagas tu trabajo, más inadvertido pasará a los ojos de los demás, pero si cometes un fallo, todo el mundo reparará en él
Han pasado un par de años años de aquello y hoy suscribo esa frase como mía. Pero el convencimiento de esa realidad no lo he encontrado en la calle, sino en mí mismo.
Al entrar en cualquier espacio, el primer lugar al que se dirigen mis ojos es al error. Será deformación profesional pero es algo inevitable, aunque me consuela saber que es algo que les ocurre al 99% de los diseñadores.
Por eso es una maravilla llegar a un sitio dominado por la belleza y la perfección. Eso supone que tu mente no tiene que trabajar buscando el fallo y la posterior solución. La belleza y la perfección del diseño relaja la mente de los diseñadores. La belleza es nuestra válvula de escape. Una característica necesaria para lograr desconectar del día a día, en el que tratamos de conseguir espacios perfectos para quien los vive, y admirables para quien los ve.
Pues eso es precisamente lo que he estado haciendo estos días. Relajar mi mente. Durante las últimas semanas mi ritmo de trabajo ha sido frenético, y necesitaba parar un poco. asi que me dedique a simplemente mirar todo espacio que tuviera delante
de mis ojos...y sobretodo buscar lugares magnificos,donde el diseño sea perfecto, los colores en la dosis adecuada, ningún error de medidas, ni de incómodos pasos estrechos, una visión perfecta desde cualquier ventana, espacio para todo, iluminación suficiente pero no agresiva… entonces ocurrio ese milagro en mi ,
mi mente se relajó completamente. No tenía que “arreglar” nada, solo disfrutar de ello.Sin embargo, ésta, como casi todas las profesiones vocacionales, se suelen ejercer 24 horas al día. el diseño consiste en solucionar problemas. Problemas de espacio, de medidas, de distribución, de necesidades, de luz, de sentimientos y sensaciones… Algunos son problemas de solución técnica, como los problemas de espacio, de paso o de medidas. En otros la solución necesaria es más humana, la parte más conocida de la profesión, la de los colores, los accesorios…
Pero no pude engañarme por tanto tiempo, dentro de la más absoluta perfección, la tenacidad de cualquier diseñador en la búsqueda del fallo, hará que lo encuentre. Y yo no iba a ser menos...
Mi mente se ha relajado, quizá en exceso durante estos días, y ahora tengo sed de crítica. Desafortunada o afortunadamente, el error, por mínimo que sea es el protagonista de casi todos los diseños que desfilaron por mis ojos por eso que esta es una profesion tan fascinante porque el diseño en si es muy subjetivo y se que con un simple paseo por cualquier parte, saciaré por completo mi sed.